Con la crisis sanitaria del Covid-19, seguro que has oído hablar a menudo de la luz azul, debido al mayor consumo de pantallas y los riesgos que supone para las retinas, teniendo como consecuencia, en muchas ocasiones, la Degeneración Macular Asociada a la Edad. Hoy queremos que sepas cómo protegerte de sus efectos negativos y beneficiarte de los positivos, que también los tiene.
Cuando hablamos de luz azul, lo hacemos de la parte visible, es decir, aquella región del espectro electromagnético que el ojo humano es capaz de percibir. Podemos recibirla a través de fuentes naturales como el sol, pero también de fuentes artificiales, como los dispositivos electrónicos.
Esta luz se compone de rayos de diferentes colores, el azul es uno de ellos. El momento en el que la luz visible atraviesa un prisma, se descompone, mostrando los diferentes rayos de los que está formada.
Diferencias entre luz azul-violeta y luz ultra-violeta
Cuando hablamos de rayos Ultra-Violeta hacemos referencia al espectro de luz no visible, su longitud de onda es menor que cualquiera de las del espectro visible. Los rayos UV pueden resultar tremendamente perjudiciales para los seres vivos. No en vano, los cánceres de piel del párpado constituyen entre el 5 y el 10% del total de los cánceres de piel.
Pero también cabe destacar que, el 90% de los signos visibles del envejecimiento prematuro alrededor de los ojos están provocados por los rayos UV.
¿Por qué nos hace daño la luz azul?
No todos los rayos de luz azul son perjudiciales para nuestra salud. La luz azul-violeta o luz visible de alta energía, puede generar fatiga y estrés visual, además de la aparición prematura de la Degeneración Macular Asociada a la Edad, una de las causas más comunes de ceguera en el mundo.
Esta luz también afecta negativamente a las células que se encuentran en la mácula, y estas células que la componen no tienen capacidad de regeneración.
Por otro lado, la luz azul-turquesa, tiene grandes beneficios para la salud. Se encarga de regular los ciclos de sueño, la temperatura corporal o los procesos cognitivos y de memoria. Si nuestro reloj biológico no funciona en condiciones óptimas, el organismo puede experimentar diversos problemas como cansancio crónico, confusión, cambios de humor, alteraciones estomacales, malestar general, etc.
En cuanto a la visión, la luz azul-turquesa, se relaciona con el reflejo de constricción pupilar, que nos sirve para proteger a los ojos frente al exceso de luz.
También nos ayuda a tener una correcta percepción de los colores y para tener una buena agudeza visual.
Las pantallas: fuente dañina de luz azul
Los LED y las pantallas de diferentes dispositivos (Smartphones, Tablets, ordenadores, etc) tiene un alto porcentaje de luz azul, mucho mayor que las luces naturales.
Sumado a que estos dispositivos se usan en distancias cortas, muy próximas a los ojos, el grado de exposición, aumenta.
El uso de estos dispositivos electrónicos ha sido tan rápido, que no se ha dejado el suficiente tiempo para que el organismo logre crear mecanismos para protegerse.
Además de provocar una prematura Degeneración macular asociada a la edad, como decíamos antes, también puede generar fatiga y estrés visual.
El Síndrome Visual Informático (SVI) es una patología visual muy reciente que afecta a una de cada siete personas, con síntomas como: ojos rojos, secos, cansados, dolores de cabeza, provocado por el uso del ordenador tres o más horas al día.
El cerebro también sufre con esta luz, intensa como la solar, y experimenta confusión, reduciendo la producción de melatonina, la hormona que da a tu cuerpo la señal de ir a dormir. Puede interrumpir tu ciclo de sueño, provocando serios problemas de salud.
Para evitar sus efectos nocivos, además de llevar una vida y una dieta sana y equilibrada, respetar los periodos de descanso y evitar el abuso de las pantallas, también podemos utilizar diversos tipos de protectores, como lentes pensadas para reducir la fatiga visual y que cuentan con una tecnología que reduce el deslumbramiento, mejora el contraste y ayuda a prevenir el envejecimiento precoz de la vista.