Los acúfenos son una de las patologías más comunes, solo que, en la mayoría de las ocasiones no se les presta la suficiente atención hasta que desestabilizan las rutinas de quienes lo padecen.
Los acúfenos son ruidos en la cabeza, zumbidos o tinnitus, que resultan muy molestos y que se notan en el interior de los oídos o de la cabeza sin que haya ningún factor externo que los genere. La perseverancia de ese sonido puede acabar degenerando en problemas más serios como la pérdida auditiva, pero sobre todo en nuestro bienestar general.
Lo más habitual es percibir zumbidos, pitidos o ruidos graves o agudos que se producen de varias formas, bien de forma temporal o crónica. Cuando existe un silencio absoluto en el ambiente es cuando se hacen más presentes.
Aunque en la mayoría de las ocasiones este tipo de molestia no siempre va asociada a una pérdida auditiva, estos ruidos en el oído resultan muy molestos y pueden, incluso a producir graves trastornos de sueño, malestar constante, episodios de estrés, ansiedad o incluso depresión.
Algo que debemos tener claro si padecemos acúfenos es que no es una enfermedad, sino un síntoma de otro tipo de patologías del oído, como, por ejemplo, la hipoacusia. Por eso es importante prestarles atención, ya que pueden advertirnos de que existe algún otro problema y evitar así, las causas que lo pueden desencadenar.
Entre las principales causas de la aparición de los acúfenos están:
Para prevenir la aparición de los acúfenos, es importante mantener una buena higiene del oído, evitando que se acumule cera. La cafeína, el tabaco, el alcohol y un elevado consumo de sal, además de evitar ambientes ruidosos.
Para dar con el tratamiento adecuado, es importante tratar el problema que genera el acúfeno. En algunos casos, se resolverá a base de medicación, consiguiendo la disminución de la intensidad del acúfeno o su desaparición por completo.
Sin embargo, en la mayoría de los casos los medicamentos, ni la cirugía, logran resolverlos aunque se puede lograr la adaptación al ruido mediante una terapia de reentrenamiento auditivo.
Si los acúfenos son la consecuencia de una contractura muscular o un mal hábito postural, la solución será un tratamiento fisioterapéutico.
Por otro lado, si el paciente percibe algún tipo de disminución en la audición, pueden colocarse audífonos que lograrán que desaparezcan o que al menos se atenúen.
Para saber cuál es la causa, lo mejor es acudir a un profesional que nos haga una revisión auditiva y valore qué tratamiento es el más adecuado para nuestro problema.
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