Si eres usuario habitual de gafas seguro que, a pesar del aumento de dioptrías, comprar gafas nuevas hace siempre mucha ilusión. Un complemento que utilizamos a diario y que, de vez en cuando, renovarlo nos hace cambiar de imagen, además de mejorar nuestra visión.
Pero, al mismo tiempo, es aquí donde llega el problema. Un cambio de graduación, o hacer uso de gafas por primera vez, puede hacer que necesitemos un tiempo de adaptación. Es algo muy normal y por eso, queremos que sepas qué cosas te pueden pasar y cómo sobrellevar este incómodo momento.
Las molestias puntuales son muy comunes cuando se utilizan gafas nuevas, pero del mismo modo que aparecen, también acaban por desaparecer a los pocos días, así que no tienes que preocuparte demasiado.
Hoy queremos contarte cuáles son las sensaciones más comunes y cuándo deberías consultar con tu óptico si surge cualquier problema.
Cuando revisas tu graduación y tienes que hacerte unas gafas acorde con ella, es probable que percibas algunos de estos síntomas:
Si por el contrario no has modificado la graduación pero sí has hecho un cambio en el modelo de gafas (la montura) o has cambiado los cristales, también puedes notar:
Los dolores de cabeza son una de las consecuencias más habituales cuando se estrenan gafas nuevas. Que los ojos se adapten a una nueva graduación requiere de un esfuerzo importante, tanto para los ojos como para el cerebro, que acaba provocando estas molestias y que no suelen alargarse mucho más de tres días.
Si a estas cefaleas se le une una sensación de náusea, es probable que el problema esté en los cambios en la percepción de la profundidad. Pero esta sensación también pasará, casi sin darte cuenta, y en poco más de un par de días.
Usar cristales con una nueva graduación puede hacer que la percepción de la realidad se vea alterada, y las señales que los ojos envían al cerebro sean del todo claras u oportunas, de ahí que aparezca una sensación de vértigo.
Como el resto de sintomatología que habíamos mencionado anteriormente, lo habitual es que el mareo desaparezca en dos o tres días. Si por el contrario la sensación persiste, es el momento de consultarnos.
Como hemos comentado antes, un par de días será suficiente para acostumbrarse a utilizar gafas nuevas. Sin embargo, para algunas personas con altos niveles de sensibilidad, el proceso puede dilatarse hasta una semana.
Para que la adaptación sea mucho más sencilla y rápida, echa un ojo a estos consejos:
Si una vez pasado el tiempo, sigue sintiendo malestar de algún tipo, acude a tu óptico de confianza para que pueda valorar la situación de tu vista. Será necesario comprobar que la graduación es la correcta y que las estás usando adecuadamente.
En Óptica Gasteiz, nuestros ópticos optometristas te dedicarán todo el tiempo que necesites para conocer tu situación y graduar la vista de manera precisa. Haremos una revisión de tus ojos y determinaremos el tipo de graduación que necesitas para tus gafas. Te ofreceremos varias opciones hasta encontrar la solución que mejor se adapta a ti.
Te ayudaremos a elegir el tipo de cristal y ayudaremos a sobrellevar la incomodidad de llevar gafas nuevas.