Del mismo modo que vigilamos otros aspectos de la salud de los más peques de la casa, no podemos descuidar su salud visual. Por eso, hoy queremos hablarte de gafas para niños y de cómo elegirlas para que estén cómodos y mejoren su visión, evitando así, una de las causas más comunes del fracaso escolar.
Cuando llega el momento de elegir unas gafas para los más peques, es importante llevar a cabo un proceso de adaptación para que se sientan cómodos con ellas.
Pero antes de elegir un modelo en concreto, es importante explicarle al niño o la niña los motivos por los que va a comenzar a usar gafas, lo bien que le harán sentir y cómo podrá ver a partir de ahora mucho mejor.
Muchos niños se ponen tristes cuando les dicen que van a comenzar a usar gafas, así que debemos convertir este momento en algo divertido y hacerle partícipe de todo el proceso. De ahí que sea importante que participe en la elección de la montura, que pueda elegir el modelo de gafas que más le guste. De este modo, no se sentirá incómodo a la hora de llevarlas.
Algo que resulta muy importante a la hora de elegir un modelo de gafas para los reyes de la casa, es el material. Las lentes orgánicas son las más recomendables para los más pequeños ya que ofrece una mayor protección y seguridad para los ojos, además de ser un material muy ligero, lo que resultará muy cómodo para los peques.
En cuanto al material, en este caso de la montura, varía mucho en función de la edad. Para niños de aproximadamente unos cinco años, la silicona es una de las más elegidas ya que es muy flexible además de resistente, evitando que se rompan si se les caen.
Para los que son algo más mayores, el acetato es una de las mejores opciones, también son de un material muy resistente y disimulan muy bien el grosor de la lente. Para los niños o niñas con alergia al níquel, las monturas de titanio resolverán el problema de la elección de gafas.
Existen infinidad de modelos de gafas infantiles, aunque lo más recomendable es que nos decantemos por monturas con forma ovalada o redonda. Pero, ¿por qué? La respuesta es sencilla, con unas gafas de forma rectangular, los peques pueden mirar por encima de la montura y perderemos la efectividad del uso de las gafas.
Otra cosa a tener en cuenta, es el tamaño. El óptico – optometrista podrá asesorarnos, ya que es importante tener en cuenta el tamaño de las órbitas de los ojos y la distancia entre los ojos del niño. La montura siempre debe adaptarse correctamente a la cara del niño.
Todos sabemos que los niños no paran quietos a lo largo del día, por eso es muy importante que se ajusten bien y no les suponga una incomodidad llevarlas puestas. El puente de montura debe colocarse muy bien apoyado en la nariz para que el peso de la gafa pueda distribuirse correctamente y no deje marcas.
En relación con la actividad infantil, nos permitimos dar un consejo que nada tiene que ver con la elección de las gafas… Y es que, siempre es recomendable tener unas gafas de repuesto, ya que lo más habitual es que en algún momento las puedan romper o perder.
Efectuar revisiones de la vista en los niños es muy importante para su desarrollo. No podemos olvidar que la visión se desarrolla hasta los 8-9 años, si los niños necesitan gafas y no llevan una graduación adecuada o directamente no se les ponen, esto puede tener consecuencias en su salud visual y provocar problemas en un futuro.