La salud auditiva es un aspecto fundamental para la calidad de vida, y un estudio audiológico completo es clave para conocer en qué etapa se encuentra una posible pérdida auditiva o sordera. La detección temprana y un diagnóstico preciso permiten tomar medidas oportunas para mejorar la audición y prevenir un deterioro mayor.
¿Qué es un estudio audiológico completo?
Un estudio audiológico completo es una serie de pruebas especializadas que evalúan la capacidad auditiva de una persona y determinan si existe pérdida de audición, así como su grado y tipo. Estas pruebas son realizadas por un audiólogo o especialista en salud auditiva y permiten un diagnóstico preciso para establecer el tratamiento más adecuado.
¿Cuándo es recomendable realizar un estudio audiológico?
Es importante someterse a un estudio audiológico si se presentan síntomas como:
- Dificultad para entender conversaciones, especialmente en ambientes ruidosos.
- Necesidad de aumentar el volumen de dispositivos electrónicos.
- Zumbidos o ruidos en los oídos (tinnitus).
- Sensación de presión o taponamiento en los oídos.
- Preguntar con frecuencia «¿qué?» o pedir que repitan las palabras.
Además, se recomienda realizar controles auditivos regulares a partir de los 50 años o si se ha estado expuesto a ruidos fuertes de manera constante y debe realizarlo un audiólogo.
Pruebas incluidas en un estudio audiológico completo
El estudio audiológico consta de diferentes pruebas para evaluar la función auditiva en distintos niveles:
- Otoscopía: Inspección visual del canal auditivo y el tímpano para descartar obstrucciones o anomalías.
- Audiometría tonal: Evalúa la capacidad de detectar sonidos de diferentes frecuencias y niveles de intensidad, determinando el umbral auditivo.
- Audiometría vocal: Mide la capacidad para entender y repetir palabras a diferentes volúmenes, evaluando la comprensión del habla.
- Impedanciometría: Analiza la movilidad del tímpano y la funcionalidad del oído medio, ayudando a detectar problemas como otitis o disfunción de la trompa de Eustaquio.
- Potenciales evocados auditivos: Se utilizan para analizar la respuesta del nervio auditivo y del cerebro a estímulos sonoros, útil en casos de pérdida auditiva neurosensorial o trastornos del procesamiento auditivo.
Etapas de la sordera según los resultados del estudio
La pérdida auditiva se clasifica en diferentes grados según los resultados del estudio audiológico:
- Audición normal (0-25 dB): No hay pérdida auditiva significativa.
- Pérdida leve (26-40 dB): Dificultad para oír sonidos suaves o entender conversaciones en entornos ruidosos.
- Pérdida moderada (41-70 dB): Problemas para oír conversaciones normales sin ayuda auditiva.
- Pérdida severa (71-90 dB): Solo se perciben sonidos fuertes o vibraciones.
- Pérdida profunda (+90 dB): No se perciben sonidos sin amplificación o implantes auditivos.
Tratamiento y soluciones para la pérdida auditiva
Dependiendo del grado y tipo de pérdida auditiva, existen diferentes soluciones para mejorar la audición:
- Audífonos: Dispositivos que amplifican el sonido y mejoran la comprensión del habla.
- Implantes cocleares: Indicado para personas con pérdida profunda, proporcionando una estimulación eléctrica directa al nervio auditivo.
- Rehabilitación auditiva: Programas que ayudan a mejorar la percepción del sonido y la comunicación.
- Prevención y cuidado: Uso de protectores auditivos en entornos ruidosos y revisiones periódicas para monitorear la audición.
Un estudio audiológico completo es la mejor herramienta para conocer en qué etapa se encuentra nuestra audición y determinar el tratamiento adecuado en caso de pérdida auditiva. Si experimentas dificultades auditivas, acudir a un especialista puede marcar la diferencia en tu calidad de vida. No esperes a que los síntomas avancen, tu audición merece atención y cuidado. ¡Pídenos cita!