Seguro que alguna vez, cuando te encontrabas en un momento de relax, con la mirada perdida, has observado como aparecían flotando algunas manchas en tu campo de visión. Se trata de miodesopsias, popularmente conocidas también como «moscas volantes».
Resulta mucho más habitual de lo que crees, así que tranquilo, porque vamos a decirte por qué sucede y en qué casos debes prestarle una especial atención.
Una de las causas de la aparición de las miodesopsias es, en la mayoría de los casos, la del envejecimiento del humor vítreo, una estructura gelatinosa que se encuentra en el interior del globo ocular que ayuda a mantener su forma redonda y que, debido a un proceso de deshidratación, puede llegar a colapsar.
Cuando esto sucede, se pueden producir pequeños acúmulos de colágeno que van condensándose en forma de fibras y perdiendo transparencia. Cuando pasa la luz, proyectan su sombra sobre la retina que es la responsable de ofrecer esa imagen virtual que parece estar en la parte exterior.
Las miodesopsias no suelen tener una gran importancia y las padecen, habitualmente, aquellas personas que sufren miopía alta o que han se han sometido a una operación de cataratas, entre otros factores.
También suele ser un factor a tener en cuenta la edad, aunque no es extraño que aparezca en jóvenes e, incluso, en niños.
Si bien es cierto que no tienen por qué estar relacionadas con patologías, ni mucho menos hacen perder la visión. No revisten importancia, excepto que se perciba de pronto una aparición súbita masiva o un cambio brusco en su intensidad y puedan asociarse a destellos o manchas en el campo visual, en ese caso será necesario acudir rápidamente a los servicios de oftalmología para tener un diagnóstico preciso sobre lo que está sucediendo.
La aparición de las miodesopsias o «moscas volantes» también puede producirse por exudados que se depositan en el vítreo debido a inflamaciones en la úvea o la retina, o de pequeñas hemorragias.
Desgraciadamente, la aparición de estas «moscas volantes», es inevitable y no se puede prevenir, lo que resulta tremendamente frustrante para aquellos que las padecen en determinadas ocasiones.
A pesar de no suponer impedimentos para realizar una vida cotidiana normal, tenerlas presente durante todo el tiempo, puede resultar algo muy molesto y sobre todo irritante cuando son más grandes o se intensifican en situaciones de fuerte contraste luminoso, para lo que es recomendable el uso de gafas de sol. Pero, además, en momentos de tensión y estrés, también se intensifica mucho más su aparición.
En cuanto al pronóstico, en función del tamaño y la antigüedad, estas pueden resolverse, sin embargo, las más antiguas tienden a resistirse.
Por eso, si notas la presencia de estas molestas manchas, te recomendamos que acudas al óptico-optometrista, para evaluar el estado de tu salud visual de forma personalizada, ofrecerte un diagnóstico y aconsejarte sobre cuál puede ser la mejor solución. En Óptica Gasteiz, nuestros profesionales, estarán encantados de hacerlo.