Ahora que está a punto de empezar el cole, es importante realizar un examen visual para conocer el estado de la vista de los niños. La agudeza visual termina de desarrollarse a los siete u ocho años.
Cuando el niño cuenta con 2 años, ya podemos ver el reflejo de fijación y seguimiento, para ello es importante efectuar el test de la dominancia ocular si se sospecha que puede padecer estrabismo. A partir de esa edad y hasta los 5 años suele usarse el test de Pigassou para comprobar la agudeza visual, si tiene más de 4 años puede comenzarse con la escala de la E de Snellen.
Especificamos los rangos de edad porque es importante a la hora de decidir el test que debe utilizarse, para conocer la capacidad de respuesta en función de la edad.
Como comentábamos antes, cuando el niño tiene 2 años se realiza el reflejo de fijación y seguimiento. El procedimiento es sencillo, habrá que tapar un ojo, con la mano, oclusor o parche y, con una luz o un objeto, moverlo de un lado a otro para determinar el comportamiento del niño a la fijación y seguimiento del mismo.
A continuación, se realiza el mismo procedimiento con el otro ojo. Si no se percibe reflejo puede que exista una ambliopía profunda.
También puede realizarse una prueba muy parecida, conocida como de la oclusión, cerrando un ojo esperamos la respuesta del niño, si sucede lo mismo, indiferencia o irritación, la agudeza visual en ambos ojos será la misma, si por el contrario rechaza la oclusión o llora exclusivamente con un ojo, es probable que sea con el que ve mejor y el otro puede padecer ambliopía.
Para los niños que padecen estrabismo, no importa la edad, se hace uso del test de dominancia ocular. Con un objeto de fijación pequeño o una luz efectuaremos un cover test simple, primero cubriendo el ojo fijador y observando como reacciona el otro ojo:
– Si no se mueve o realiza movimientos desordenados sin fijación, esta es muy lentay le cuesta mantenerla, es probable que sufra ambliopía profunda.
– Si, por el contrario, el movimiento es rápido, el niño no padece ambliopía.
A continuación, repetiremos el procedimiento con el otro ojo:
– Si pierde rápidamente la fijación y la recupera el que se acaba de destapar es probable que exista una ambliopía media-profunda.
– Si mantiene la fijación unos segundos pero la pierde sin parpadear, la ambliopía sería media.
– Si mantiene la fijación, pero la pierde con el parpadeo o al cambiar el sentido de la mirada, podríamos estar ante una ambliopía ligera.
– Si existe alternancia y cada ojo mantiene la fijación, no hay riesgo de ambliopía.
A partir de los 2 hasta los 4 años el niño ya tiene capacidad para hablar, de esta manera, tendremos su colaboración y podremos cuantificar la agudeza visual, equiparándola con la normal de su edad, y comparar la visión entre ambos ojos.
Uno de los test más comunes para determinar esto, es el test de Pigassou. Se trata de unas figuras que los niños reconocen fácilmente. El niño nombra el objeto que le señalamos, o en el caso de no expresarse del todo bien, podrá señalarlo con el dedo en una cartulina que le habremos facilitado.
A partir de los 4 años estamos en disposición de usar la escala de la E de Snellen, los niños nos dirán, por ejemplo, hacia dónde se dirigen las patitas de la E.
Es importante hacer cualquiera de estos test de agudeza visual en cada ojo por separado y en binocular.
Si quieres conocer cuál es la agudeza visual de tu hijo, pídenos cita en Óptica Gasteiz y efectuaremos un estudio personalizado.