Cuando hablamos de fotofobia o fotosensibilidad, lo hacemos de una sensibilidad anormal y extrema a la luz. Para saber si sufres fotofobia debes vigilar si eres hipersensible a las luces fluorescentes brillantes, los cambios en la intensidad de la luz e incluso a la luz natural, que puede resultarte realmente molesta.
Si desde hace tiempo sufres síntomas similares a estos (no es necesario que sean todos a la vez) es probable que necesites una revisión para descartar la fotofobia:
Las causas por las que podemos sufrir fotofobia son diversas y pueden tener un origen externo o natural. Veamos cada uno de ellos:
Como es lógico, antes de tratar la fotofobia debemos asegurarnos de que la sufrimos, por eso o mejor es acudir al óptico optometrista para realizarnos un examen ocular exhaustivo y descartar así otras posibles causas de sensibilidad a la luz, ya que estas pueden producirse por otro tipo de diagnóstico, como puede ser el síndrome del ojo seco o el blefaroespasmo.
En el caso de sufrir síndrome del ojo seco el tratamiento se lleva a cabo con lubricantes específicos y de manera regular.
En el caso de síntomas fotofóbicos relacionados con migrañas o blefarospasmo, existen varios tratamientos como los medicamentos orales, incluso inyecciones de botox, entre otros.
Para detectar la fotofobia se realiza un estudio de los movimientos oculares, las pupilas, la córnea, la conjuntiva, los párpados y el iris, además de la retina y la presión ocular.
Cuando se determina el diagnóstico, se pueden seguir algunos consejos prácticos para minimizar la fotofobia:
Si crees que puedes estar sufriendo alguno de estos problemas de salud visual, te animamos a que pidas cita en Óptica Gasteiz y que nuestros profesionales puedan asesorarte y ofrecerte un diagnóstico. ¡Te esperamos!