Seguro que alguna vez has experimentado espasmos oculares o temblores en los párpados. Aunque no supone ningún problema grave, resulta tremendamente incómodo y puede llegar a ponernos muy nerviosos, especialmente si estos se repiten a menudo.
Los especialistas los conocen como blefaroespasmos, que no son más que movimientos involuntarios de los músculos del párpado. Como decíamos antes, no se trata de una afección grave, pero sí pueden causar dificultades en la visión y son la consecuencia de varios factores, especialmente el estrés o el cansancio. Por norma general, temblores en los párpados son transitorios y no deben alertarnos en exceso, más allá de que pueden ser una alerta de que ha llegado el momento de relajarnos y parar un poco el ritmo que llevamos.
Estos temblores también se conocen como tics oculares y suelen aparecer cuando existe un mal funcionamiento del ganglio basal, la parte del cerebro que se encarga del control de los músculos. Como decíamos antes, este tipo de espasmos se producen en momentos en los que tenemos un exceso de estrés o cansancio acumulado.
Estas dos causas, el estrés y el cansancio son las más comunes, pero el Colegio Nacional de Ópticos también habla de más causas:
Pero, ¿cómo podemos prevenir los espasmos oculares? En función de las causas que hemos explicado anteriormente, existen algunas recomendaciones que nos pueden ayudar a prevenir los espasmos oculares:
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