Con la vuelta al cole, es importante vigilar la salud visual de nuestros hijos. Es el momento perfecto para saber si tiene problemas de visión y atajarlos lo antes posible para evitar un futuro fracaso escolar.
Pero, ¿cómo podemos saber si su salud visual es la correcta? Además de pasar por una revisión en nuestra óptica de confianza.
La mayoría de los problemas en la vista que son detectados en niños pueden corregirse. Pero para ello, es importante estar atentos a varios síntomas que nos alertarán de que hay algo en los ojos del niño que no va del todo bien.
Entre los síntomas más comunes de algún deterioro en la visión infantil, podemos encontrar los siguientes:
Estos son solo algunos de los síntomas, pero puede haber muchos más. Lo importante es que, si aparece cualquiera de ellos, debemos acudir al óptico optometrista para que realice una revisión en profundidad.
El fracaso escolar está en muchas ocasiones relacionado con problemas de visión. No es que nuestros hijos no quieran estudiar o no tengan capacidad de concentración. Es probable incluso que estén haciendo grandes esfuerzos, sin embargo, los problemas de visión no les permiten llevar una rutina de estudio normal y acaban frustrándose.
Efectuar a los niños una revisión oftalmológica antes o al comienzo del nuevo curso para detectar patologías como astigmatismo, miopía, ojo vago o hipermetropía, nos evitará más de un quebradero de cabeza.
Como decíamos antes, la mayoría de las patologías visuales en niños pueden corregirse, pero no debemos esperar a que los niños muestren la sintomatología enumerada, es importante adelantarse a su aparición para poder prevenir y, sobre todo, que el diagnóstico sea lo suficientemente temprano como para que los problemas tengan una buena evolución tratándolos en el momento adecuado.
Los problemas de visión pueden tener como síntoma la falta de atención o en notas académicas más bajas de lo normal, que no siempre están motivadas porque el niño no este estudiando lo suficiente. Si existe algún tipo de alteración visual que no se ha detectado, puede ser la causa por la que no consigue seguir el ritmo de las clases, leer las explicaciones en la pizarra, los libros o estudiar de manera normal, lo que supone una importante traba para su aprendizaje.
Por eso es tan importante que ahora, que aún estamos a principios de curso, hagamos una revisión completa de la visión de nuestros hijos y poder así, adelantarnos a los futuros problemas de salud visual que puedan surgir.