Cada vez son más las personas que se deciden a utilizar lentillas para corregir sus problemas de visión. Además de por una cuestión estética, la comodidad que ofrece hace que mucha gente se decante por su uso.
Sin embargo, si no se hace un correcto uso de las lentillas, estas pueden provocar irritación en los ojos, infecciones y en definitiva, los ojos rojos. Para evitarlo es importante ser muy cuidadoso con su higiene y mantenimiento.
La mayoría de las personas que usan lentillas, no tienen problemas de enrojecimiento ocular. Si esto sucede no es porque las lentillas sean perjudiciales para los ojos. Todo lo contrario, las lentes de contacto son una forma muy segura de corregir los problemas de visión. Pero esto no quiere decir que no necesiten de cuidados.
Cuando surjan molestias, irritación o enrojecimiento por usarlas, es importante acudir al oftalmólogo para revisar que puede estar sucediendo, incluso realizar una adaptación de las lentes de contacto por parte del óptico o el oftalmólogo.
La relación que existe entre los ojos rojos y las lentillas suele ser de causalidad, es decir, viene provocada por diferentes factores que son los que la provocan. Vamos a ver cuáles son los más comunes.
Una de las primeras cosas que debes tener clara cuando te decidas a utilizar lentillas, es que es muy importante tener una rutina de higiene. Siempre que vayas a ponerte o a quitarte las lentillas, debes lavarte las manos con jabón antibacteriano durante, al menos, 30 segundos.
En nuestras manos hay bacterias y son por eso, son la puerta de entrada perfecta de patógenos hacia nuestros ojos. Tampoco debes colocarte las lentes de contacto si antes has puesto crema hidratante, perfume o cualquier otro producto en las manos.
Continuando con una correcta rutina en la higiene de las lentillas, debes tener claro que no puedes dejarlas en cualquier sitio. Las lentillas deben mantenerse con la solución específica recomendada por tu óptico optometrista y cambiarla a diario. Además, tampoco debes olvidar lavar y secar correctamente el estuche en el que las guardas, si este no está limpio y está contaminado, aunque lavemos las lentillas, no te servirá de mucho.
Aunque parece una obviedad, es importante recordarlo: las lentillas no se comparten, han de ser de uso exclusivo por cada paciente.
Que se produzca una irritación u ojos rojos no siempre tiene relación con las lentillas, también pueden ser signo de una alergia ocular, como la conjuntivitis alérgica, por ejemplo. El organismo percibe una sustancia amenazante y lucha contra ella liberando histamina en exceso.
Lo que sí es cierto es que, cuando se usan lentes de contacto, las sustancias alérgenas pueden quedar entre el ojo y la lente de contacto, algo que empeorará los síntomas y hará que la irritación dure más.
Si abusamos del uso de lentillas, esto también puede provocar la aparición de ojos rojos e irritación ocular. Es importante respetar las pautas de descanso indicadas por el óptico optometrista, a excepción de que este haya prescrito el uso continuo o permanente de las lentillas. Por supuesto, no se debe dormir con ellas a excepción de que estén especialmente preparadas para ello.
Para evitar sufrir esta situación tan incómoda, vamos a darte algunos consejos para que uses correctamente tus lentillas: