Igual nunca has oído hablar de la presión intraocular (PIO), pero seguro que te suena tensión ocular, que no es otra cosa más que la fuerza que ejercen los líquidos que hay en el interior de nuestro ojo.
El humor acuoso es uno de los factores a tener en cuenta cuando se mide la presión ocular. Se sitúa en la zona anterior del globo ocular (desde la córnea hasta el cristalino). Está compuesto de agua, rica en oxígeno y otros nutrientes esenciales que cubren los aportes sanguíneos que requieren otras partes del ojo.
Podríamos hacer una curiosa comparación con nuestro ojo y un globo. Es decir, la tensión intraocular sería la fuerza que realiza el aire sobre el globo, pero este no iría relleno de aire.
Conocer la PIO y medirla puede prevenir diversas dolencias y detectar posibles afecciones de la vista, sobre todo patologías como el glaucoma, provocado habitualmente por una tensión ocular elevada.
Lo habitual a la hora de medir la PIO es hacer uso del tonómetro que utiliza una leve corriente de aire que lo que consigue es aplanar la córnea, sin provocar ninguna en el paciente. Automáticamente, el tonómetro mide la presión intraocular del ojo.
Los valores medios de la PIO están entre los 10 y los 20 mmHG. Si están por encima de los 21 mmHG existe una hipertensión ocular y es el momento de hacer una visita al oftalmólogo.
Como hemos dicho antes, medir la tensión ocular resulta muy beneficioso a la hora de prevenir dolencias, evitando pérdidas graves de visión ya que, la hipertensión, casi no tiene síntomas visibles, sin embargo, puede estar dañando al nervio óptico.
Los motivos por los que la presión intraocular sea alta son diversos, pero los más comunes son:
Antes de acudir a una revisión con tu óptico-optometrista, debes saber que la presión intraocular no está relacionada con la presión arterial. La primera es la que ejerce la sangre en las paredes de las arteria. Mientras que la segunda, como decíamos antes, mide la formación y eliminación del humor acuoso.
También hemos de tener en cuenta que la presión intraocular puede oscilar durante el día por diferentes motivos.
Si tienes algún síntoma no dudes en acudir a la Óptica para que puedan medirte la tensión ocular y, por supuesto, no olvides acudir a tus revisiones anuales.