El embarazo y las alteraciones en la vista tienen diferentes aspectos. Entre las afecciones más usuales se encuentra lo que se conoce como ojo seco.
Esta sequedad ocular es debida a los cambios hormonales derivados de la gestación. Lo que provoca un déficit en la producción de lágrimas. Los síntomas más habituales son sensación de sequedad, picor, visión borrosa, fotofobia, escozor, enrojecimiento, irritación o cansancio, entre otras.
Es importante acudir rápidamente a una revisión con un profesional en el momento en el que comienzan a notarse los primeros síntomas, ya que estos podrían complicarse, derivando en problemas visuales más graves, como lesiones en la córnea o en la conjuntiva. Este problema se soluciona normalmente cuando regresa la menstruación.
Tanto las mujeres que necesitan gafas, como las que no, pueden comenzar a padecer miopía, o un aumento de dicha patología. En ocasiones, este problema puede ser algo momentáneo, que se soluciona al final del embarazo. Sin embargo, hay otras veces que este cambio en la graduación permanece definitivamente.
La retención de líquidos experimentada durante el embarazo, puede provocar que estos líquidos alcancen la misma córnea. Entre las consecuencias de estos cambios corneales, se puede producir la disminución de la sensibilidad corneal (a partir del cuarto mes) o el aumento de su grosor (que perturba al radio y a la curvatura de esta, y que suele desaparecer tras la lactancia).
Para mejorar la salud ocular durante el embarazo, existen varios consejos que pueden evitar las molestias:
Para la sequedad ocular, la aplicación de lágrima artificial.
Alimentación equilibrada y dormir al menos 8 horas.
Mantener los ojos cerrados durante varios minutos, para mantenerlos hidratados, en intervalos durante todo el día.
Realizar las actividades diarias en las horas con mayor iluminación.
Utilizar, siempre, las gafas adecuadas.
Acudir al especialista ante la más mínima molestia.
En Óptica Gasteiz estaremos encantados de resolver cualquier duda que tengas al respecto.