Si bien es cierto que muchos de los problemas de visión no podemos evitarlos, los malos hábitos para nuestra salud visual pueden provocar otros tantos.
La refracción y las cuestiones genéticas pueden ser la causa que genere alteraciones en nuestra vista, sin embargo, esto no quiere decir que además, no tengamos malos hábitos. Muchos no tienen demasiada importancia, pero otros pueden llegar provocar el envejecimiento prematuro de los ojos y generar grandes problemas en la vista.
Es probable incluso que ni tan siquiera te hayas dado cuenta de que tienes estos malos hábitos porque la velocidad a la que vamos en el día a día, no nos permite pararnos a pensar en lo que hacemos. Por eso, hoy vamos a hacer un repaso para que intentes cuidar mejor de tu salud visual, evitando los hábitos nocivos que pueden afectar a tu vista:
En infinidad de ocasiones nos empeñamos en forzar nuestra vista leyendo con una luz que no es la apropiada. Esto puede provocar y acelerar problemas en nuestra visión como la presbicia o la vista cansada que va apareciendo a medida que envejecemos.
Una gran parte de las afecciones en la vista resultan imperceptibles en sus inicios. Así que para realizar un diagnóstico preventivo, es importante acudir a las revisiones periódicas con nuestro óptico optometrista.
Del mismo modo que protegemos nuestra piel frente a los rayos UV para evitar lesiones de importancia, debemos hacer lo mismo con nuestros ojos ya que pueden provocar problemas a la larga o incluso agravar enfermedades que ya padecemos.
Mirar al sol directamente es algo que hacemos habitualmente y que resulta tremendamente perjudicial. Hacemos uso de las gafas de sol cuando hace buen tiempo porque pensamos que en esa época del año la incidencia de los rayos es mayor. Sin embargo, las gafas de sol debemos usarlas durante todo el año, los rayos UV también pueden hacernos daño durante el invierno y es importante estar protegidos. Es muy recomendable usar unas buenas gafas de sol que, por supuesto, deben adquirirse en establecimientos que cumplan con todas las medidas y certificados sanitarios.
También es muy habitual bañarse en piscinas o en playas sin usar las gafas protectoras.
Los productos químicos conservación del agua o la contaminación que provocan los diferentes agentes que se encuentran en el agua pueden provocarnos pequeñas irritaciones que acaban convirtiéndose en problemas graves o infecciones muy perjudiciales.
Para sufrir daños en la vista no es necesario que se produzca un gran traumatismo. Cualquier arreglo en el hogar puede provocarnos problemas si algún elemento nos salta a los ojos.
A priori, puede parecer que es solo una pequeña molestia, prácticamente imperceptible, pero pueden provocar daños mayores. Por eso es importante acostumbrarse a utilizar gafas protectoras.
Este es probablemente el mal hábito más complicado de solucionar. Hacemos un uso constante de tablets, ordenadores y móviles y reducir su uso es difícil.
Sin embargo, podemos incorporar a nuestra vida algunos hábitos positivos como instalar el ordenador a unos 40 cms, a la altura de los ojos, realizar pausas de forma periódica para descansar la vista de las pantallas, etc.
Tener en cuenta todos estos detalles puede ayudarnos a proteger nuestra salud visual y prevenir y frenar patologías prematuras.
Si necesitas acudir a una revisión de tu vista, pídenos una cita. ¡Estaremos encantados de atenderte!